En las PYMES, es común que los dueños se enfrenten al reto de encontrar el equilibrio entre dirigir y operar la empresa. En estas organizaciones, es crucial que los propietarios se enfoquen en la dirección estratégica, delegando la operación diaria a un equipo de gestión.
Diferencias entre Dirigir y Operar una Empresa
Dirigir una empresa implica asumir responsabilidades de alto nivel, con un enfoque en el crecimiento a largo plazo y en las decisiones clave que marcan el rumbo del negocio. Las principales tareas relacionadas con la dirección son:
- Enfoque estratégico: Establecer la visión, misión y los objetivos a largo plazo.
- Toma de decisiones: Los directivos toman decisiones clave que afectan el rumbo general de la empresa.
- Liderazgo: Implica motivar y guiar al equipo hacia el cumplimiento de metas.
- Relaciones externas: Representar a la empresa ante inversionistas, socios y otras entidades externas.
- Planificación: Desarrollar estrategias para crecer y adaptarse a los cambios del mercado.
Operar una empresa, por otro lado, se enfoca en la ejecución diaria de las tareas necesarias para su funcionamiento. Los aspectos clave de la operación incluyen:
- Enfoque táctico: Centrarse en la ejecución de las actividades diarias.
- Gestión de procesos: Supervisar y mejorar los procesos operativos para aumentar la eficiencia.
- Administración de recursos: Manejar los recursos humanos, financieros y materiales en el día a día.
- Resolución de problemas cotidianos: Abordar y solucionar desafíos operativos inmediatos.
- Cumplimiento de políticas: Asegurar que las actividades se realicen conforme a las normas y procedimientos establecidos.
Es crucial que los propietarios PYMES conozcan conceptos básicos de contabilidad y finanzas para se enfoquen en la dirección estratégica de su empresa, para crecer y adaptarse a los cambios del mercado.
En resumen, mientras dirigir se relaciona con el liderazgo y la planificación estratégica, operar se enfoca en la implementación y la gestión de las operaciones diarias. Para asegurar el éxito en una PYME, es esencial que los propietarios deleguen la operación a un equipo directivo, permitiéndoles concentrarse en el crecimiento y la dirección a largo plazo.